Desde hace años hay un gran debate entre expertos sobre si
los videojuegos pueden ser considerados una forma de arte. Desde nuestro punto
de vista, lo es. Es una forma de arte tan válida como pueden serlo la pintura,
la música o el cine.
Ya el año pasado el museo MoMA hizo una exposición sobre el
mundo del videojuego. En esta exposición se pudieron ver unos cuantos de ellos,
desde el clásico “Pong”, primer videojuego de la historia, pasando por otros como “Space Invaders” o
algunos más actual como pudiera ser “Minecraft”.
Desde luego para llevar a cabo un videojuego hace falta un
gran equipo, un gran equipo de artistas. Comenzando por los diseñadores de
videojuegos que tienen una idea original, y siguiendo por guionistas,
dibujantes, modeladores, animadores…etc. Sin duda el mundo del videojuego
engloba partes de otros tipos de arte como de la pintura, la escultura, el cine
o la música. Todos estos se unen para conseguir una única obra, un único
videojuego.
Existen muchos tipos de videojuegos: Plataformas, FPS, RPG,
acción, survival… Pero sin duda son los videojuegos con una buena historia
detrás los que más llaman la atención al público que quiere experimentar una
buena obra. Estamos hablando de poder introducirte en una película, una
película interactiva que hará que el jugador pueda disfrutar de los escenarios
diseñados por los diferentes artistas que han formado parte en el proceso de
producción del juego y seguir el hilo de una historia.



Actualmente y debido a los avances en las tecnologías
desarrolladas para la producción de videojuegos y reproducción de los mismos,
podemos ver en nuestras pantallas claros ejemplos de realismo puro en lo que se
refiere al mundo del videojuego. Nos podemos encontrar frente a videojuegos
como el aclamado “The last of us” en el que nos encontraremos en un mundo post
apocalíptico, u otros como “Metro 2033” basado en la novela del escritor ruso
Dmitry Glukhovsky. Sin embargo también tenemos claros ejemplos de videojuegos
que sin una estética hiperrealista han causado una gran sensación entre los “gamers”,
como por ejemplo el videojuego “Bioshock” u otros como “Minecraft”, presente en
la exposición antes mencionada en el museo “MoMA”.
Sin duda el mundo de los videojuegos es otro tipo de arte y en nuestra opinión, deberían ser valorados como tal. Estamos en el Siglo XXI y debemos cambiar nuestro concepto de arte para poder entender el gran trabajo y creatividad que requiere hacer un buen videojuego.
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